Lo confieso. Después de escuchar a muchos de ustedes hablar de la serie, mordí el anzuelo y vi el primer capítulo; como pocas veces, quedé super picado, y dejé de pensar por dos días en mis tareas, para completar la serie. Y desde que acabó no he podido dejar de pensar en ustedes, en cada uno de los que he tenido el honor de coincidir en el espacio de nuestra vida, de mis grandes amigos, la mayoría hoy en secundaria, prepa o en los primeros años de carrera, de quienes he aprendido tanto; y tal vez también haciendo caso a mi personalidad de poeta soñador, he pensado en tantos otros chavos y niñas, adolescentes del mundo, que no conozco, que jamás conoceré, que tal vez me he topado con ellos en alguna plaza, aeropuerto, o en alguna pantalla de las redes sociales. Y siguiendo la lección aprendida por el buen Clay, no podré guardarme las ganas de expresarles lo que siento.
Prometo ser lo más breve posible y no aburrirte con mis discursos señoriales, quiero también dejar claro que de ninguna manera mi intención es hacer más promoción a la serie, al contrario, en mi opinión personal creo que puede lastimarte mucho (y en caso de que sea mucho tu antojo, tienes que asegurarte de que tus papás lo vean conveniente); mucho menos busco aquí juzgar a los personajes, al contrario, una de las grandes lecciones que me quedo es precisamente esta: ¿quién soy yo para juzgar?, ¿qué sé yo de lo que estás pasando en tu interior?, ¿qué puedo decir de los secretos de tu corazón? No soy nadie para juzgar, no sé nada de tus silencios, de tus secretos, de tus pensamientos y sentimientos más profundos, por eso nunca podré juzgarte. Es más, no soy nadie para pedirte que me tengas confianza o que platiques conmigo lo que pasa, pues muchas veces no sabré qué decirte, no tendré como resolver el problema. Lo único que quiero decirte es que no estás solo, que tienes en mí a un amigo, sí a un amigo de 30 años (recién cumplidos), que tal vez es más adolescente que tú, que muy seguramente sufre y siente parecido a ti (la raíz de los casos, según yo, fue su deseo de sentirse queridos, de ser comprendidos, de amar y ser amados), y es que no podría ser de otra forma, ¿qué no es eso la vida?, ¿no es acaso una escuela para amar y ser amado? No hay manera de vivir un amor perfecto, porque todos los hombres y mujeres fallamos, pero sí creo en un mundo donde haya más amor, más comprensión, en una familia, escuela, ciudad donde nos amemos más, donde cuidemos más que nuestras palabras o acciones no lastimen a los demás, una civilización donde amemos mejor.
Tengo mucho en la cabeza, pero lo guardo, de nuevo, en silencio, sólo quiero asegurarme de que sepas que cuentas con alguien que te comprende y aprecia, sinceramente, sin esperar nada a cambio (ni siquiera que tengas que expresar lo que sientes), aquí hay alguien que te valora y quiere, con amor del bueno, sí, a ti que te conozco bien, y a ti, que aun sin conocerte, sabe que eres una persona y por eso digna de ser querida y valorada con amor infinito. También quiero pedir perdón por las veces en que no he ayudado en nada. Y para ambos, amigo/a o desconocido/a, estaré aquí para lo que pueda ayudar.
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